Mohamed Mursi, de presidente democrático a delincuente
Sin carisma alguno, Mohamed Mursi se convirtió en el primer presidente democrático de Egipto en junio de 2012, dejando siempre sentir al pueblo, durante su corto mandato, que primero era miembro de los Hermanos Musulmanes y después jefe de Estado del país.
Poco más de un año después, el 3 de julio, el Ejército lo derrocó y encarceló en un lugar secreto hasta que hoy comenzó el proceso judicial en su contra y varios miembros de la cúpula de los Hermanos Musulmanes por un tribunal cuya autoridad desconoce el ex mandatario.
La acusación contra Mursi -que proclamó durante el proceso: "Soy el presidente legítimo de Egipto"- es su presunta responsabilidad en la muerte de manifestantes en las protestas contra su mandato.
Como ingeniero es considerado un hombre práctico y como miembro del ala más conservadora de los Hermanos Musulmanes, un hombre profundamente religioso.
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